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Mis cagadas y aprendizajes, dando el salto de emprendedora a empresaria y CEO Consciente

 

En este tercer episodio del podcast voy a hablarte de algunas cagadas que yo misma he cometido dando esta transición, esta expansión a empresaria y CEO Consciente.

El pasado año 2022 lancé un nuevo proyecto, un retiro para emprendedores llamado Libélula Living. La primera edición fue en febrero del 2022 y tuvimos una pre-organización del equipo muy buena. En el equipo estaba:

  • Tania, que encargadas de impartir los talleres
  • Bernat que hacía la publicidad
  • Yo también creaba parte del contenido
  • E incluso mi pareja estaba como Project Manager, llevando toda la parte logística y otras tareas como Project Manager que puede desarrollar.
  • También teníamos a Joanna, que era fotógrafa
  • Y a Cris Rojas como responsable de sponsorships y de una parte de las ventas

Toda la pre-organización fue brutal, muy bien organizado, reuniones efectivas, muchísimo entusiasmo, motivación, … pero ¡cometí una gran cagada como líder del proyecto!

 

1. Cómo conseguir ser un buen líder

Lo que ocurrió fue que cuando llegamos a la semana del Retiro (porque es una semana entera), no había planificado bien quién era responsable de hacer cada una de las tareas, lo que repercutió un caos.

Por ejemplo:

  • Tania no tenía una persona concreta asignada para ayudarle a preparar todo lo previo a los talleres
  • Mi pareja estaba corriendo al supermercado, comprando comida, cenas, distribuyendo por las diferentes villas
  • La fotógrafa, Joanna, en vez de estar haciendo fotos, estaba acompañando a mi pareja para hacer estas compras

No tenía nada de sentido. 

Fue una gran cagada por mi parte como líder, pero también, como siempre digo, a grandes cagadas, mayores aprendizajes, lo que me permitió que para la siguiente edición definir muy bien los roles de lo que era responsable cada persona.

Como CEO Consciente y como empresaria, no basta con decirle a las personas “oye, mira, este proyecto es tuyo”, sino que tienes que integrar a todo el equipo para que trabajen bien de manera conjunta. No es simplemente alguien que hace la publicidad, alguien que hace el contenido o alguien que hace otra parte de tu negocio, como puede ser la web.

Tienes que integrar a todos, tienes que formar una comunicación, tienes que definir los procesos de cómo se va a realizar cada uno de los proyectos en todas las fases, incluida la in-situ como fue la del evento de Libélula Living.

Por ello quiero compartir contigo este aprendizaje, porque muchas veces cuando empezamos a contratar equipo simplemente empezamos como a soltar tareas, pero nos olvidamos de lo importante que es integrar esas tareas con todo el proyecto y con todo el equipo para que sea en la mayor manera posible, fluido, para que la gente no se sienta frustrada, para que la gente note que las tareas le pertenecen y que haya una coherencia y un buen liderazgo por tu parte.

Y, obviamente, luego el equipo puede involucrarse en tareas de otra persona para echarle una mano en un momento dado, pero tú, como líder, tienes que saber dónde están los límites de la responsabilidad de todo tu equipo.

 

2. La importancia de saber salir de tu zona de confort

Otro aprendizaje que tuve durante este año pasado es el no dejarme influenciar por las tendencias del mercado cuando tienes que hacer un lanzamiento. 

¿Qué quiero decir con esto? 

Pues bien, cuando vas creciendo y te pones ya como la visión de tu empresa, tienes que innovar, tienes que crecer, pero sin que se pierda la esencia de tu marca.  

Entonces, ¿qué es lo que hice este año? Pues en vez de seguir el típico lanzamiento de webinar, de ebook o de cualquier PLF de Jeff Walker de los Palotes, innové haciendo un lanzamiento distinto. 

Esto como líder consciente, como CEO Consciente, cuando estás haciendo algo que está fuera de tu zona de confort, cuando haces un lanzamiento diferente y no tienes referencia de nadie para compararlo, te puede dar miedo, pero tú tienes que ser la visión innovadora de tu negocio y tienes que hacer cosas distintas, porque si quieres que tu empresa permanezca en el juego, (como bien comentaba en el episodio anterior del libro de Simon Sinek de Juegos infinitos), tienes que innovar, tienes que colaborar con otras personas, tienes que salir de tu zona de confort y, aunque lleves años haciendo algo que ya te está funcionando y funciona bien, intentar hacerlo distinto. 

Esto es lo que te va a permitir que sigas estando on top of mind de tus clientes, de tu comunidad, de tu tribu y tu función como líder no es solo romper tu propia creencia y salir de tu zona de confort para hacer esto diferente, sino también es inspirar a tu equipo para que crean esa nueva forma, porque tú también tienes un equipo que tiene que salir de su zona de confort y realizar tareas de un lanzamiento o de otra tarea distinta.

Si tú no crees, tu equipo no va a creer y si tu equipo no cree, el proyecto no va a salir adelante por muy buena idea que sea.

Lo que quiero transmitirte es que cuando tengas una visión, una manera de hacer las cosas diferentes, más allá de decirle a tu equipo lo que tiene que hacer, tienes que inspirarles para que tengan esa motivación y esas ganas de hacer las cosas distintas. Esto es lo que hace una líder, una CEO Consciente, inspira, motiva, no simplemente delega tareas.

 

3. Por qué debes escuchar más a tu intuición y dejar a la impostora

Otra gran cagada que cometí en 2022 y que me ayudó a entender y a aprender a cómo dar ese salto de emprendedora a empresaria y CEO Consciente, fue que escuché más a mi impostora. 

Seguro que te suena esa impostora, esa vocecita interior que tenemos todas. Pues escuché más a mi impostora que no a mi intuición. 

Te cuento un poquito más. 

Esta cagada fue relacionada con esa necesidad que tenemos de estar formándonos constantemente, de “si quiero hacer este servicio, quiero vender esto, quiero mejorar o quiero subir mis precios, tengo que saber más de este tema”. 

Bueno, el problema que tuve yo es que como hice todo este cambio de mi marca más enfocado a la neurociencia y no tengo ninguna titulación como neurocientífica, me dije «bueno, aparte de que he estudiado otras formaciones con Catalina Hoffman, me he leído cientos de libros, he hecho muchas formaciones, pero no tengo ninguna certificación que avale que puedo hablar de neurociencia». Pues decidí apuntarme a un máster en MIT para estudiar Neurociencias aplicadas en Business

MIT es la universidad más prestigiosa del mundo referente a temas de ciencia.

Como comprenderás, hacer un máster en esta universidad no es nada fácil. Aparte de ser costoso económicamente, es muy costoso a nivel energético.

 

Saber elegir el momento adecuado

El problema no fue haber contratado esta formación para formarme en la universidad más prestigiosa del mundo sobre temas de neurociencia, si no fue hacerlo en un momento que no era el adecuado:

  • un momento donde estaba en plenos lanzamientos
  • un momento donde estaba en la expansión de una nueva empresa
  • un momento donde estaba incorporando gente nueva en mi equipo.

Es decir, un momento donde yo no tenía la energía para dedicarle a unos estudios donde requería una gran dedicación por mi parte.

¿Qué es lo que pasó? 

Que tuve un burnout, me quemé. 

Ya no podía más, porque no estaba equilibrando mi energía vital y estaba solo en el hacer, hacer, hacer. Estaba enfocada en mi energía masculina en vez de estar enfocada en mi energía femenina.

No digo que tengas que estar en un lado o en otro, sino que tienes que tener un equilibrio entre ambas energías y yo estaba más enfocada en la de hacer, es decir, en la energía masculina, que en la del ser. 

Entonces mi aprendizaje es que sí que tenemos que seguir formándonos, pero tenemos que encontrar el momento adecuado para formar y acallar a esa impostora o incluso a aprender cosas nuevas para poder seguir ofreciendo servicios de calidad para nuestras clientas y nuestra comunidad.

 

4. Cómo gestionar correctamente un despido 

Como último aprendizaje que quiero compartir contigo, ha sido uno de los más duros que tuve que vivir este pasado año.

Muchas veces nos preocupa o a veces no sabemos muy bien cómo contratar a alguien. Y es un proceso complicado porque es difícil encontrar aquella persona adecuada para trabajar dentro de tu equipo que encaje con los valores. Pero hay algo muchísimo más complicado que contratar y es despedir

Este pasado año tuve que enfrentarme a hacer dos despidos y uno de ellos fue emocionalmente muy complicado para mí porque tengo muy buena relación con esa persona, es amiga mía y eso hace que todo el proceso a nivel emocional sea más intenso.

Hay personas que dirán que no tienes que hacer amistad con tus empleados, pero para mí un empleado es una persona con la que también compartimos valores, nos entendemos bien y se forja una amistad inevitablemente. Es la manera en la cual yo trabajo y las personas que trabajan conmigo acaban siendo más que empleados, acaban siendo más que amigos, son como parte de mi familia. 

 

Las necesidades de un proyecto pueden cambiar

Te quiero contar cómo ha sido ese proceso para mí de tener que despedir a alguien, tarea nada fácil. 

Era para el proyecto de Libélula Living y esta persona, aparte de ser de mi equipo, como te decía, es mi amiga. También fue mi clienta en su momento y luego yo también fui su propia clienta y así se forjó la amistad.

El tema viene que para la tercera edición de Libélula Living tuve que prescindir de sus servicios porque su rol no encajaba con las necesidades del nuevo proyecto. Una de las cosas que pensé es “bueno, antes de echarla voy a pensar si puede realizar otro rol dentro del proyecto para no tener que prescindir de ella”. Pero no había cabida, así que no tuve más remedio que enfocarme y preparar todo un plan emocional para decirle que íbamos a dejar de colaborar juntas. 

Y, entonces, te puedes imaginar, yo hablando con mi coach durante tres semanas, toda la angustia que me generaba, hablando con otra persona de mi equipo con la que tengo mucha confianza para saber cómo abordar esa conversación, cómo hacerlo de la mejor manera posible, … Aunque ya sabemos que nunca hay una buena manera para decirle a alguien que no quieres trabajar más con esta persona.

Fue un proceso para mí doloroso, muy complicado, no sabía muy bien cómo manejar esta situación para que fuera lo menos dolorosa por ambas partes y dejar un buen sabor de boca.

Después de varias semanas con una angustia brutal, decidí tener una llamada con ella.

¿Cómo fue la situación?

Pues bien, lo que hice es que cuando terminó una parte del proyecto para empezar el siguiente, en una reunión de equipo, le pedí si se podía quedar después del zoom de equipo que habíamos tenido para hablar directamente con ella.

En ese momento, primero de todo, le di las gracias, le di a entender que esto era una situación estratégica de negocio, que para nada es una decisión personal, le di a entender que su posición, su trabajo, su labor, no tenía cabida, no había necesidad en los próximos proyectos, remarcando por supuesto que esto no era un forever and ever, sino que esto era una relación que tenía que suspenderse en ese momento porque no cabía la necesidad, pero que más adelante sí que habrían oportunidades, en este proyecto o en otros con los que podríamos desarrollar de nuevo una relación profesional, como podría ser en mi agencia de Neuro Agency, Gladys Cali o futuras ediciones de Libélula Living. 

En ese momento ella lo entendió perfectamente y me lo agradeció.

Lo que hice paulatinamente, después de haber mantenido esta conversación con ella, fue contactar a cada una de las personas de mi equipo para explicarles la situación, porque tampoco quería enviarles un mensaje, un mail a todos o un chat, diciendo “esta chica ya no trabaja con nosotros”, sino que quería explicar la situación de manera personal a cada persona del equipo

Entonces, claro, como comprenderás, tardé un tiempo en llamar a cada una de esas personas. Es decir, no lo hice el mismo día, lo hice durante la semana.

 

La comunicación es clave

Parecía que todo estuviera bien, pero esta chica habló con alguien del equipo al día siguiente para otro tema y esta persona del equipo que aún no sabía que ella no colaboraba más con nosotros, no entendía la situación.

Claro, fue un momento de shock, un poco para las dos. 

A esta chica le sentó mal, se lo quedó para dentro, le estaba removiendo las tripas. No le parecía bien cómo se había gestionado toda la situación y al cabo del tiempo me escribió: “Gladys, tengo esto dentro de mí, tengo que decírtelo” y me dijo que no le parecía bien que el equipo no supiera aún que ella ya no iba a trabajar con nosotros más en el proyecto de Libélula Living

Claro, yo en este momento tengo mi visión de los hechos, y ella tiene su versión.

Yo le expliqué que ¿hubieses preferido que todo el equipo lo supiera antes que tú? Claro, me tienes que dar este margen de que yo personalmente vaya avisando a cada persona del equipo. Pero fíjate que bien que en ese momento ella me escribiera, me lo dijera para que este malentendido (porque al final era un malentendido), se diluyera y ella entendiera que yo estaba haciendo las cosas de una manera estratégica para no dejarla en evidencia delante de nadie. 

Desafortunadamente, justo el día después, esta persona habló con alguien externo del equipo, también para otro tema y se sintió mal. Sí, son cosas que pasan.

Lo que te quiero trasmitir con esto es que, por muy bien que intentes hacer las cosas, por muy bien que las planifiques, el momento de despedir a alguien no es un momento fácil. 

Te recomiendo que no lo hagas de manera impetuosa, que lo hagas desde la calma, que lo hagas entendiendo que tienes una persona humana al otro lado, que, si hay alguna cosa que queda por el aire en el tintero, que lo habléis, que lo comuniquéis, porque las personas cuando hablan y se comunican, se entienden.

 

La importancia de tener claros los valores

Muy importante también es que siempre tengas en cuenta cuáles son tus valores a la hora de transmitir mensajes en estas situaciones. Son en las que más tienes que conectar con tus valores para actuar de manera coherente y no machacarte si hiciste una buena decisión, una mala decisión con esa persona contratándola. 

Lo importante es que tomaste una decisión y como empresaria tienes que tomar decisiones y como CEO Consciente tienes que saber cambiar de opinión, cambiar de estrategia y afrontar nuevos desafíos. 

Como empresaria vas a tener que pasar por momentos más complicados, pero eso te va a ayudar a crecer, a ser más humana, a emprender con cerebro y corazón, a liderar y de esta manera crecer personal y profesionalmente.  

Si te gusta todo lo que te estoy contando y quieres tener más noticias de mi parte y de la agencia de Neuro Agency, te invito a suscribirte gratis a la neuroletter

Muchas gracias por quedarte hasta el final CEO Consciente y te veo en el siguiente episodio.

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